No siempre es culpa de las editoriales que un libro no venda

Oh, sorpresa. Hoy vamos a hablar bien de las editoriales. O no tan mal. Es cierto que muchas veces cargan con culpas que no son suyas. O no exclusivamente suyas. En el mundo editorial, es común escuchar a autores noveles expresar su frustración con frases como: «Mi libro no se vende porque mi editorial no lo promociona como debería». Aunque sí es cierto que pueden existir algunos casos aislados, esta visión simplista no refleja la compleja realidad del sector editorial. No podemos olvidar que las editoriales, especialmente las pequeñas y medianas, enfrentan grandes desafíos en la promoción de libros. A continuación, vamos a explorar por qué esta tarea es más difícil de lo que parece y por qué no siempre es justo culpar a la editorial por la falta de ventas.

La promoción no es magia. Es estrategia y, sobre todo, dinero

Promocionar un libro requiere tiempo, esfuerzo y, sobre todo, dinero. Las editoriales suelen trabajar con presupuestos ajustados, especialmente en el caso de autores noveles o publicaciones de bajo tiraje. Las campañas de marketing masivas, como las de los bestsellers, no están al alcance del 99.9 % de las editoriales. Esto no significa que no se haga nada; lo más probable es que trabajen con los (escasos) recursos disponibles a su alcance para maximizar la visibilidad del libro.

Un mercado editorial más que saturado

Cada año, miles de títulos nuevos llegan al mercado, compitiendo por la atención de un público limitado. Este exceso de oferta hace que destacar sea complicado, incluso para grandes editoriales con experiencia. Las editoriales pequeñas deben ser creativas, pero no pueden garantizar un éxito instantáneo en un entorno tan competitivo. 

La promoción del libro, una responsabilidad compartida

Muchos autores no comprenden que la promoción no es solo tarea de la editorial. El autor también juega un papel crucial en el éxito de su obra. Participar activamente en redes sociales, presentaciones y eventos literarios, o colaborar en estrategias de marketing, son acciones que pueden marcar una gran diferencia. Las editoriales son un socio, no el único responsable. Hoy en día, los lectores descubren libros principalmente a través de recomendaciones en redes sociales y plataformas especializadas. Esto significa que, más allá de los esfuerzos de la editorial, la interacción directa del autor con su público puede ser decisiva. Un autor que ignora las herramientas digitales está perdiendo oportunidades de conectarse con su audiencia.

Dificultades logísticas y presupuestarias

Distribuir un libro a nivel nacional o internacional es caro y complejo. En muchos casos, el alcance de la editorial está limitado a un territorio específico, lo que puede restringir la visibilidad del libro. Las pequeñas editoriales hacen un esfuerzo enorme para que sus títulos lleguen a librerías y ferias, pero enfrentan enormes dificultades frente a gigantes del sector.

Expectativas poco realistas

Muchos autores noveles tienen una visión romántica y poco realista de lo que implica vender un libro. Piensan que la publicación asegura ventas, pero esto rara vez ocurre siendo la realidad mucho más complicada. El éxito de un libro es multifactorial, y no solo depende de la promoción de la editorial: también influyen el género, la calidad del contenido, la portada, el momento del lanzamiento y, por supuesto, la participación activa del autor. Y por cierto, también la suerte.

El esfuerzo de las editoriales

El problema de fondo en las editoriales suele ser la escasez de recursos. Al ser un negocio con unos márgenes tan, pero tan reducidos, lo más frecuente es que dos trabajadores se vean obligados a hacer el trabajo de cinco o seis. Aunque a menudo no se perciba, las editoriales trabajan bastante duro para dar a conocer sus títulos. Las estrategias pueden incluir:

  • Envío de ejemplares a críticos y medios especializados.
  • Presencia en ferias y eventos literarios.
  • Publicidad en plataformas digitales.
  • Organización de presentaciones y firmas de libros.

Estos esfuerzos pueden no ser tan visibles para el autor, pero son esenciales y requieren tiempo y dedicación.

Cómo cambiar la narrativa: de la queja a la colaboración

En lugar de señalar a la editorial como culpable, los autores deberían buscar formas de colaborar más estrechamente. Estas son algunas de las acciones que, como autor, deberías tomar sí o sí:

  1. Desarrollar una marca personal: Una presencia sólida en redes sociales y una relación directa con los lectores pueden complementar los esfuerzos de la editorial.
  2. Participar en eventos: Firmas de libros, charlas y talleres son excelentes oportunidades para conectar con el público.
  3. Aprovechar recursos gratuitos: Plataformas como Goodreads o blogs literarios son útiles para generar visibilidad.
  4. Mantener expectativas realistas: Entender que el éxito literario es un proceso gradual y requiere paciencia.

 

 

 

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